Tipus
Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Autoria
Producció
Fecha publicación: 
Vie, 06/28/2019

Queridos diocesanos:

 

Me decía una catequista con muchos años de tarea en su parroquia que le resulta más fácil para ella y suscita un mayor interés en las sesiones de catequesis la explicación sobre los pobres y necesitados con la atención de Cáritas que la oración personal y la adoración a Cristo-Eucaristía.

 

No dudo de la apreciación de la catequista porque lo habrá experimentado muchas veces y ella misma se habrá quedado un poco intranquila. Así me quedé yo cuando la escuchaba y tras haberle recordado la radical importancia de los dos ámbitos de actuación de todo cristiano, comentamos la urgente necesidad de informar sobre la caridad y de fortalecer la amistad con el Señor. Reconozco que no es nuevo y que todos somos sabedores de ello; que citamos las palabras y los gestos de Jesús en este sentido; que nos es provechoso leer los escritos de los apóstoles sobre la fe y las obras; que nos alegra y admira proponer las biografías de los santos que han sabido combinar las dos realidades que han dado sentido a sus vidas. Un pequeño consejo: no os canséis nunca de explicar esto mismo a las personas, niños o adultos, de vuestro alrededor.

 

Desde luego no hay dualidad en la oferta de vida que nos hace Jesucristo. No existen disyuntivas, o una cosa o la otra. En el proceder cristiano es necesario valorar la complementariedad: no se entiende la adoración al Señor sin la dedicación a los hermanos; no es aceptable la fuerza de nuestro activismo en favor de los demás olvidando la profunda motivación que recibimos de la experiencia orante, del diálogo sincero y constante con Él.

 

Me comprendéis si afirmo que la fiesta del Corpus dura todos los días del año. Lo que ocurre es que hoy se hace más palpable, más visible, la combinación vital que expresamos: adoramos a Cristo y lo mostramos al mundo en nuestras calles y plazas como un gran regalo al mismo tiempo que celebramos el Día de la Caridad, la preocupación y la dedicación por los que más sufren y necesitan de todos.

 

Decía el papa Benedicto XVI en la encíclica Deus caritas est: “…es posible el amor al prójimo en el sentido enunciado por la Biblia, por Jesús. Consiste justamente en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios…” (núm. 18)

 

Lo mismo hace el papa Francisco con sus gestos en la actualidad más reciente. La atención y las denuncias ante y con los inmigrantes, con los desahuciados, con los presos y abandonados, con los enfermos, con todos aquellos que quedan descartados por el egoísmo social, con los que son esclavizados por las mafias o son víctimas de los abusos sexuales. Al mismo tiempo propone momentos de oración personal diaria, visitas al Santísimo, tan cercano en vuestras parroquias, la iniciativa “24 horas con el Señor”… Y otras muchas. Es compatible. Es necesario para todo cristiano.

 

Este es el consejo que me atrevo a dar en esta solemnidad: que vuestra caridad personal no sea una farsa; que dediquéis tiempo y recursos colaborando en los grupos y en las tareas de nuestras Cáritas, presente en todas las parroquias y coordinadas por la diocesana. ¡Cuánto agradecimiento merecido hacia todos ellos! Que tengáis tiempo para la oración, que os unáis a los grupos de adoración, que participéis en los actos de culto de este día de Corpus. Enseñadlo siempre y a todos.

Con mi bendición y afecto.   

 

+ Salvador Giménez, obispo de Lleida.