El padre abad de Montserrat, Josep M. Soler, recibió el domingo 11 de julio en la sala de la Façana a los participantes a la romería de las Tierras de Lleida al Santuario que empezó el pasado día 7 y que se alargará hasta el 14. Hace 75 años que la cofradía organiza este peregrinaje a la Santa Montaña, a pesar de que el año pasado no pudo ser posible a causa de la pandemia. Medio centenar de personas de todas las edades participaron en el tradicional Día de Lleida que este año coincidió con la Festividad de San Benedicto, patrón de los monjes de Montserrat. El primero en intervenir fue el presidente de la cofradía Josep Estuch y después fue el turno de padre Josep Maria Escorihuela, consiliario de la cofradía, que excusó al obispo Salvador.

 

A continuación el padre abad afirmó que durante esta recepción que “no siempre es fácil mantener la cofradía, organizar la romería, pero lo que es importante, es que ha habido personas que se han sacrificado para salir adelante la cofradía, para mantener viva la devoción a la Virgen María y después traducirlo a la práctica con la relación con los otros, la manera de vivir o la manera de rezar”.

 

También añadió que “damos gracias a Dios por el trabajo y el esfuerzo que habéis hecho en estos últimos 75 años” y destacó que “la cofradía continúa siendo un instrumento de pastoral, de evangelización, de vida cristiana seria. Adelante! aunque a veces cueste. Veo que también hay jóvenes y por tanto hay unas personas que pueden dar continuidad y en este sentido, coraje y adelante! para continuar la tarea”. Acabó su intervención diciendo que “la Virgen María nos enseña a vivir la fe cristiana con intensidad, con joya y también a no desesperar nunca del amor de Dios, que nos ayuda y nos acompaña".

 

El padre Josep M. Soler en la homilía dijo, entre otros cosas, que “las enseñanzas de San Benedicto han dejado de ser patrimonio exclusivo de la familia benedictina, son herencia de todo el pueblo de Dios y hasta se convierten en guía para asumir una personalidad madura y unas relaciones sociales constructivas”. Y añadió también que “si los pueblos vivieran más estas realidades, muchos de los problemas actuales encontrarían caminos de solución”. El padre abat destacó también que “tenemos que empezar por evangelizar nuestra vida personal y  la manera como vivimos nuestras relaciones fraternas y la manera como nos perdonamos los unos a los otros”.

 

La mayoría de los romeros participaron después en una comida de hermandad y por la tarde, unos cuántos visitaron la mayólica de la Virgen María de la Academia en los 'Degotalls', mientras los que subieron en autocar a pasar el día, visitaron el Santuario de Sant Ramon.