La iglesia de la Sangre en la calle de Sant Antoni, sede de la Congregación de la Purísima Sangre y donde se exponen los pasos de la Procesión del Santo Entierro dei Viernes Santo, suspendida este año por la Covid 19, acogió la tarde del Domingo de Ramos un sencillo acto conmemorativo del 75 cumpleaños de la fundación de la Cofradía de Los Pagesos y del paso de la Oración al Huerto, que es su titular.

 

El acto, que respetó las medidas sanitarias de prevención por la pandemia, se inició con un saludo del presidente de la Cofradía Marc Vives, agradeciendo el esfuerzo que la Asociación Los Pagesos hace para mantener viva la Cofradía y homenajeando a los que la hicieron posible y le han dado continuidad.

A continuación el periodista e historiador Jordi Curcó explicó los inicios de la Cofradía, recordando que fue en 1946 cuando el llamado Sindicato del Aceite promovió su fundación, y para incorporarse a la Procesión del Santo Entierro, con el paso de la Oración en el Huerto de los Olivos.

 

Curcó explicó que el paso, con las imágenes de Jesús rogando, arrodillado ante el ángel, fue encomendado al Taller de Arte Cristiano de Olot y el 20 de abril de 1946, Viernes Santo de aquel año, bendecido en la misma iglesia de la Sangre por el rector de San Juan de entonces, Mn. Ramon Macarulla, en calidad de asesor religioso de Sindicatos. Desde entonces nunca ha dejado de salir a la Procesión de la Sangre, el Viernes Santo y también a la Procesión de Dolors, el anochecer del Domingo de Ramos.

 

Seguidamente el consiliario de la Congregación de la Sangre Mn. Jaume Melcior,acompañado por el decano del capítulo y rector de Santa Mª de Gardeny Mn. Gerard Soler, dio lectura al pasaje del Evangelio de San Marcos dónde es narra la escena cuando Jesús, antes de su Pasión, reza en el Huerto de Getsemaní. En una breve reflexión, invitó a los presentes a fiarse de Jesús, como El, antes de ser detenido en el Huerto de Getsemaní, confió en su Padre Dios: “...que no se haga mi voluntad sino la tuya”.

 

A continuación Mn. Melcior procedió a bendecir unas ramas de olivo, que habían sido depositadas a los pies del conjunto escultórico y que como signo y recuerdo del acto fueron distribuidas entre los cofrades y asistentes. El acto fue redondeado con la recitación del poema “La Oración al Huerto de los Olivos”, de Manuel Maria Domènech a cargo de la rapsoda Maria Pijuan y el repique de tambores a ritmo de procesión por dos jovencitos “armados”,que dieron el colofón a un acto entrañable de conmemoración de 75 años de tradición y fe.