Uno de los puntos más destacados de Dignitas Infinita es su llamamiento a la protección y promoción de la dignidad humana en diferentes áreas de la vida, incluyendo la justicia social, la atención médica, la tecnología y el medio ambiente. En un mundo marcado por la desigualdad, violencia y explotación, la declaración recuerda la necesidad urgente de salvaguardar la dignidad de cada persona, especialmente de los más vulnerables y marginados. Además, el documento aborda cuestiones éticas emergentes, como por ejemplo la bioética y la inteligencia artificial. Proporciona principios sólidos basados en la ética cristiana para guiar la toma de decisiones en estos campos. Se pone énfasis en la importancia de abordar estos adelantos tecnológicos con sensibilidad ética y moral, asegurando que no se violen los derechos humanos fundamentales en la búsqueda del progreso científico y tecnológico.

 

Sobre el texto Dignitas Infinita, Fernández ha afirmado que "en un mundo donde la dignidad humana es a menudo ignorada o pisada, esta declaración es un recordatorio oportuno y urgente de la infinita dignidad de cada persona, creada a imagen y parecido de Dios".

 

Se espera que Dignitas Infinita tenga un impacto significativo en el diálogo global sobre la dignidad humana y sirva como una guía valiosa para individuos, comunidades y líderes en la investigación de un mundo más justo, compasivo y respetuoso con la vida humana a todas sus formas.