El cardenal de Madrid, monseñor Carlos Osoro ordenó presbítero el pasado sábado, 11 de julio, al jesuita leridano Lluís S. Salinas Roca.

 

«Es un acontecimiento de gracia. Habéis sido llamados por nuestro Señor para ser sacerdotes», aseguró el arzobispo en una celebración en la iglesia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, con todas las cautelas que exige este tiempo de pandemia.

 

En la misma ceremonia fueron ordenados Ángel Benítez-Donoso Tarascón, Pedro Rodríguez-Ponga Gutiérrez-Bolívar y el keniata Michael Ochieng’ Otieno, de la provincia de África Oriental (AOR).

 

El purpurado insistió en que iban a «recibir el mismo ministerio del Señor» y, recordando una frase del padre Arrupe («No me resigno a que, cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido»), les pidió que lleven a cabo el «proyecto» de Dios.

 

Esto pasa, según destacó, por conocerlo «cada día más». «Que la imagen del Señor sobre vosotros sea la que cambie vuestra existencia», «que para vosotros sea el Señor todo», «que con vuestro quehacer y en vuestro hacer mostréis la fisionomía de Cristo», aseveró.

 

«El Señor quiere hombres de misión y hombres del más, que supone también ser hombres de discernimiento», concluyó el cardenal Osoro, aludiendo al carisma ignaciano.

 

Lluís S. Salinas Roca nació en 1984, conoció la Compañía de Jesús a través del Esparcimiento de la Parroquia San Ignacio de Loiola de Lleida. Al inicio de su proceso vocacional contó con el acompañamiento del jesuita Marc Vilarassau, que murió con cuarenta y cinco años.

 

Salinas ha hecho estudios de Ciencias Ambientales en Barcelona. En 2010 entró en el noviciado de los jesuitas en San Sebastián. Después ha seguido su formación a Salamanca, Valladolid y a Madrid, donde estudió Teología, con interés especial para conectar la teología y la experiencia de fe con la preocupación por la cuestión ecológica. Durante el último año ha cursado estudios de teología a la Jesuit School of Theology de Berkeley.