Aitona se vistió de gala el pasado 26 de agosto para celebrar la fiesta de Santa Teresa Jornet. Uno de los actos principales de la Fiesta de la Ancianidad fue la eucaristía en la residencia de los Ancianos Desamparados presidida por el obispo Salvador y concelebrada por varios sacerdotes de la diócesis.
La capilla se llenó y contó con la presencia destacada de varios matrimonios del pueblo que celebraban sus Bodas de Oro Matrimoniales y lugareños que cumplen durante este 2019 los 80 años, conmemorando a la vez el patrocinio de Santa Teresa Jornet hacia la ancianidad. También asistió una buena representación del ayuntamiento, con las Pubillas y Herederos.
El obispo Salvador en su homilía ensalzó la figura de Santa Teresa Jornet, a la que presentó como modelo de vida en el seguimiento de Jesús: "Hay que dar gracias a Dios por haber concedido al pueblo de Aitona esta gran santa, casi contemporánea a nosotros y que con la obra de sus hermanitas es una buena manera de extender el nombre de Aitona todo el mundo". También expresó su admiración por el trabajo y carisma de las hermanitas de la Congregación fundada por la Santa, extendidas por todo el mundo: "...que dan su vida al servicio de la iglesia, siguiendo el modelo de vida de su fundadora y el carisma de la Congregación. Todo lo que hacen por los ancianos desamparados, lo hacen por Cristo", dijo el Obispo Salvador. Antes de cerrar la celebración la primera teniente de alcalde de Aitona Maria Antonia Royes, agradeció a las hermanitas su dedicación a los ancianos y su testimonio, felicitando al mismo tiempo a los homenajeados.
A continuación la nueva superiora, Sor María Goretti, en su primera fiesta de la Santa en Aitona y en nombre de las ocho religiosas que forman la comunidad de hermanitas agradeció a todos su participación en la fiesta, con unas breves pero sentidas palabras: "...la memoria de la Santa sigue muy viva aquí en Aitona, como si caminara todavía por nuestras calles y campos. Seamos con ella y con nuestra vida entregada a los demás, luz que ilumine a los que nos rodean. Esta fue su vida, una vida entregada al servicio de Dios y de la iglesia".
La celebración concluyó como ya es tradición con la veneración de la reliquia de Santa Teresa Jornet, mientras la Coral Etosca de Aitona que solemnizó la celebración cantaba el himno de la Santa. A continuación fue el momento de la foto de familia de los matrimonios y ancianos homenajeados, con el obispo Salvador y las autoridades. Después los que quisieron se trasladaron hasta el pabellón del pueblo donde tuvo lugar la comida de hermandad y la entrega de las placas conmemorativas del homenaje, en el día de la Ancianidad.