Más de 250 personas, entre pastores, miembros de Vida Consagrada, catequistas, profesores de religión, monitores, miembros de equipos de oración, de Càritas y de otras organizaciones sociales han participado esta tarde en la Catedral de Lleida en la Celebración del Envío, que tradicionalmente abre el curso en la Diócesis de Lleida. El obispo Salvador ha animado a todos los asistentes a “ser auténticos testigos del Señor allá donde seamos enviados”.

La celebración es un recordatorio a todas las personas que de alguna manera participan en el día a día de la comunidad cristiana a ser “sembradores de la Palabra de Dios”. El obispo ha agradecido la labor a la comunidad de todas las personas que, en ámitos muy distintos, son transmisores de los valores del evangelio. Durante el Envío se ha leído la paràbola del sembrador (Mt 31, 1-8), donde Jesús explica que solamente una parte de las semillas que lanzó un sembrador cayeron en tierra fertil y dieron frutos; el resto, cayeron en suelo yermo o no prosperaron. Basándose en este texto, se ha animado a la comunidad “a ir a buscar el fruto también en aquellos terrenos que no parecen propicios para que la semilla germine.

A parte del mensaje del obisop Salvador y de las palabras de mosén Víctor Martínez, también se han podido escuchar los testimonios de una maestra de una escuela cristiana, de una catequista, una monitora y de una familia.