La pandemia de la Covid 19, ha afectado hasta  la construcción de los pesebres. Es el caso del pesebre monumental que todas las Navidades monta, a la parroquia de Santo Pablo del barrio de la Mariola de Lleida regentada actualmente por los religiosos Mercedarios, el Maestro Pesebrista Virgilio del Olmo, que se ha visto obligado a reducir sus dimensiones, pero que aun así ya puede visitarse desde este pasado domingo.

 

Este pesebrista, que se lleva año tras año uno de los primeros premios del Concurso de Pesebres organizado por la Agrupación Ilerdense de Pessebristes, lleva más de veinte años montando este pesebre monumental, con la ayuda de su esposa y sus hijos: “En esta Navidad tan complicado por la pandemia, nos planteamos incluso de no montar el pesebre, pero al final decidimos salir adelante y no perder la tradición y hacerlo por encima de todo, aunque fuera más pequeño. Hacía falta más Navidad que nunca y más pesebre que nunca.”.

 

El resultado ha estado un magnífico pesebres, con menos metros cuadrados y también menos figuras, pero aun así llegan a casi a 300, que conforman el conjunto con el paisaje, las construcciones y la cueva del Nacimiento como elemento central. Un buen grupo de estas figuras son móviles, uno de los principales atractivos del Pesebre de Virgilio del Olmo.

 

La construcción del pesebre ha sido pero más pesada que otros años, pues ha habido que extremar las medidas sanitarias durante todo el proceso de montaje, trabajar con la mascarilla puesta, hacer uso de los geles hidroalcohólicos para las manos etc. : “Ha costado mucho esfuerzo y trabajo, pero estoy satisfecho ya que como cada Navidad San Pablo de la Mariola tendrá también el Pesebre Monumental. Eso sí, menos monumental que en otros años, pero también da gusto verlo”, explica satisfecho Virgilio del Olmo a la vez que resignado, esperando que tenga muchas visitas, como así ha sucedido cada Navidad. Y el pesebre tiene también un lema relacionado con la pandemia y que aparece en algunos de los balcones y ventanas de las casas, donde el Maestro Pessebrista ha colocado el lema. “Todo irá bien”.