El jesuita Jaume Flaquer impartió el pasado jueves 13 de febrero la conferencia ''Diálogo entre religiones y interpelaciones mutuas: una forma de acompañarse hacia la verdad" dentro del ciclo sobre el acompañamiento que organiza este año el IREL.

 

Flaquer aseguró que "para hacer un diálogo entre convicciones religiosas hay que hacer un diálogo desde las dudas". "Cada convicción religiosa tiene un misterio un espacio donde las palabras se quedan cortas, y para hacer diálogo desde las dudas hace falta mucha confianza", dijo.

 

En la misma línea destacó que "para poder acompañar hay que abandonar la perspectiva exclusivista, hay que ver la verdad, no solo a la propia convicción religiosa"."Es necesario superar las perspectivas exclusivistas y esto permite reconocer la verdad del otro", dijo.

 

"Siempre nos acercamos al otro a partir de lo que nosotros somos", afirmó. "Cuando hay conocimiento mutuo, se puede decir que una persona de otra religión me puede evangelizar", añadió.

 

"El otro nos confronta, el otro es una imagen que devuelve el que soy", destacó. "El diálogo interreligioso requiere un diálogo interreligioso", dijo el teólogo. En este sentido, según Flaquer, la misma Iglesia Católica descubrió que la esclavitud era contraria al mensaje de Jesús, después de recibir una interpelación externa.

 

El jesuita destacó que después de conocer una persona de otra religión "se rompen los estereotipos".

 

"Cada religión tiene un núcleo, en torno de la cual, se desarrolla". "En el caso del cristianismo es la salvación, en el caso del Budismo es un camino para deshacerse de nuestro yo, en el caso del Islam, se basa en un Dios que es absoluto.

 

Flaquer destacó que "la cultura occidental separa el ámbito público del privado por herencia de la tradición judío-cristiana". En cambio, recordó que "el hinduismo parte de la sacralidad de toda la realidad".

 

En este sentido, "cada religión interpela a las otras a partir del núcleo de nuestra convicción religiosa". "Es imposible ser creyente sin ser interpelado por la alteridad religiosa", dijo.

 

En la misma línea afirmó que "todo cristiano tiene un pequeño ateo para sus adentros y un pequeño musulmán". Flaquer  recuerdó las palabras de San Agustín que dijo que "si lo he entendido perfectamente, quiere decir que no es Dios".

 

"En muchos momentos de nuestra vida la respuesta la tenemos dentro pero necesitamos a alguien que nos rescate", explicó Flaquer.