Queridos diocesanos:

Repasando los últimos cinco años de estos comentarios semanales constato que sólo el año 2019 recordé la importancia de marcar la x en la casilla en favor de la Iglesia Católica en la declaración de renta que anualmente realizamos muchos contribuyentes. Seguramente la consideración de que existe una buena información y ya no merece la pena insistir o bien mi propio pudor para no solicitar de nuevo la colaboración económica, ha generado el silencio repetido sin referencia escrita sobre este tema, que continúa siendo fundamental para el desarrollo de las actividades de la propia Iglesia.

Es sabido que la financiación de la Iglesia, en sus distintos niveles de actuación (parroquial, diocesana y nacional) proviene de varias fuentes: donativos y colectas, aportaciones por el ejercicio del ministerio sacramental y la suma de las declaraciones anuales de la renta de las personas físicas.

Hablamos hoy de la última fuente de financiación cumplimentando el impreso de la referida declaración y señalando con la X en la casilla correspondiente. También se puede marcar al mismo tiempo en la casilla de los fines sociales. El período para ejercer esta obligación ciudadana empezaba el día 6 de abril y termina el próximo 30 de junio; varía cada año pero siempre se arbitra un trimestre para dar tiempo a su formalización.  

La declaración de la renta o del IRPF es un trámite anual que los residentes en España tienen la obligación de realizar para regularizar su situación con la Agencia Tributaria. Sin embargo, no todas las personas tienen que hacerla ya que depende de las rentas que se hayan obtenido a lo largo del año por el propio trabajo personal o por otras actividades económicas.

Es cierto que en noviembre, en el Día de la Iglesia Diocesana, damos cuenta de la situación económica de todas las entidades. Además, agradecemos la colaboración de tantos voluntarios en las distintas iniciativas eclesiales y rezamos por todos. En este momento pedimos otro tipo de colaboración, marcar la x en el impreso, a fin de que revierta en el sostenimiento de todas las instituciones de la Iglesia en España. Durante los últimos años ha habido una evolución positiva en este compromiso, el año 2017 hubo 7’11 millones en este sentido; en el año 2019, 7’19 y en el año pasado se contabilizaron 7’33 millones de declaraciones positivas. En el FULL del pasado 27 de marzo se dieron los datos de Lleida, 43.634 declaraciones en favor de la Iglesia.

A todos los que muestran su confianza con las entidades eclesiales, muchas gracias. A los responsables nos obliga ser muy cuidadosos y transparentes en la utilización de esos recursos que han de beneficiar al conjunto de la sociedad en sus múltiples realizaciones que se llevan a cabo. El que tanta gente confíe en la Iglesia es una buena prueba de reconocimiento social pero también una exigencia para mejorar cada año nuestra oferta de atención y solidaridad.

El objetivo de este escrito se centra en pedir a todos la colaboración para aumentar el número de declaraciones positivas. Estoy convencido de que esa acción se convierte en un bien objetivo que favorece a muchos que reciben el resultado de la finalidad, desde los centros de catequesis, de tiempo libre, de atención educativa, de lucha contra las adicciones, de cuidado del patrimonio religioso, de residencias de mayores y tantas otras realidades.

Es cierto que hay muchos exentos de cumplimentar la declaración porque no llegan al mínimo exigido y que ayudan con otras fórmulas. También, gracias. Los responsables nos esforzaremos en responder con prontitud y transparencia ante las necesidades que se nos presenten.Con mi afecto y bendición.                                             

+Salvador Giménez, obispo de Lleida.