La doctora Montse Esquerda impartió, el pasado 14 de noviembre, la conferencia 'La cura de la salud pide acompañar' dentro del ciclo 'El acompañamiento' que este curso imparte el IREL.

 

Montse Esquerda empezó explicando que todas las dimensiones de la persona están relacionadas entre sí. Destacó que "la salud no es un concepto universal". Y reflexionó sobre varias definiciones de salud. Partió de la definición de la OMS de 1946 que define salud como "estado completo de bienestar físico, psíquico y social". Después profundizó en la propuesta de Jean Claude Tremblay que definía salud como "estado de bienestar resultado de la armonía física, psicológica y espiritual del ser humano". También puso sobre la mesa la definición de Wilson Michael para quien la salud "es una aventura". Esquerda dijo que esta definición nos acerca a entender la vida "como una cosa que no podemos controlar".

 

Continuó con otras definiciones como la de Romain Jules que aseguró que "es un estado provisional que no presagia nada  bueno". Montse Esquerda afirmó que "vivimos una medicalización de la sociedad" y destacó que "la salud no es un derecho, es un derecho la asistencia sanitaria". Continuando con las definiciones de salud, Esquerda recogió la del congreso de médicos de lengua catalana de 1976 que expuso que "es un modo de vivir autónomo, solidario y alegre". En este sentido explicó que "una persona con discapacidad puede vivir con gozo".

 

La ponente profundizó en la definición de salud de Ivan Ilich, quien dijo que era "la capacidad del individuo y del grupo de ejercer el arte de vivir, con sus lados oscuros (el arte de sufrir) y sus lados luminosos (el arte de disfrutar)". Explicó que "ser cuidado y ser curado va acompañado". "No podemos curar sin cuidar", añadió.

 

Esquerda aseguró que vivimos en una "ilusa ilusión tecnocientífica" y añadió que "no podemos cuidar una persona si no la conocemos". En esta línea destacó que "acompañar y tener cuidado humanamente requiere estar formado y cuidado".

 

Recordó la reflexión de Pedro Lain Entralgo cuando dice que "la dolencia como experiencia pone en juego la totalidad de la existencia humana y tiene siempre para la persona un sentido sagrado". Añadió que "la mitad de las experiencias vitales están en el ámbito de la salud". En este sentido destacó que "la enfermedad es un episodio vital que reclama sentido y significado".

Esquerda recordó la carta apostólica Dolentium Hominum de Juan Pablo II cuando dice que "la dolencia es uno de los acontecimientos fundantes y fundamentales de la existencia".

 

La ponente destacó que "la dolencia nos amenaza, provoca sensación de invalidez, vulnerabilidad, soledad, dependencia,  incertidumbre, desorientación". Añadió que "la dolencia no se elige, se sufre". "No podemos pedir al paciente una buena gestión de las emociones pero si al médico", dijo. Esquerda reflexionó sobre la diferencia entre dolor y sufrimiento. "No son sinónimos, puede haber dolor sin sufrimiento y sufrimiento sin dolor".

 

Añadió que "en momentos de alta vulnerabilidad es cuando más tenemos que cuidar las personas". "Ser ayudado no es indigno". En este sentido aseguró que la Pastoral de la Salud es una pastoral de callar". "Ante el sufrimiento, no a las respuestas fáciles, fórmulas prefabricadas, consejos y generalizaciones", afirmó. "Hay preguntas que se hacen no para ser contestadas sino para ser acompañadas", dijo.

 

"La enfermedad es tierra de acompañamiento, es terreno donde aflora la espiritualidad", afirmo. En este sentido recordó las palabras de Victor Frankl cuando dijo que "la espiritualidad nos hace hombres, no los instintos". En relación a la formación de los médicos aseguró "nunca podré acompañar a nadie, más allá del territorio, que yo no tenga explorado".

 

Esquerda cerró con una reflexión de Vaclav Havel, "la esperanza no es la convicción de qué algo irá bien, es la certeza de qué todo tiene sentido, sea el qué sea el resultado".