La Unidad Pastoral Virgen María de Carme y Sant Joan Baptista ha celebrado la fiesta patronal de San Juan con una Misa solemne presidida por Mons. Salvador Giménez Valls, Obispo de Lleida, y concelebrada por los rectores de la parroquia, Mn. Jaume Pons y Mn. Joan Ramon Ezquerra, por el sacerdote rumano Mn. Adrià Burca y el P. Joaquim Recasens, guardián del convento franciscano del santuario de Sant Antoni de Padua.

 

El Coro Miorita ha solemnizado admirablemente la ceremonia con sus cantos acompañados al órgano por Lluis Climent y el oboe por Andrea Budau. Han asistido Ramon Farré, delegado del Govern de la Generalitat; Cosme García, presidente de la Federación de Casas y Centros Regionales, y Jordi Curcó, presidente de la Agrupación Ilerdense de Pesebristas, así como numerosos feligreses de la Unidad Pastoral y de toda la ciudad. guardando las debidas medidas de seguridad establecidas con motivo del coronavirus. “La pandemia dicen que cambiará muchas cosas, pero el cambio verdadero llegará si los cristianos nos convertimos al Señor en una caridad auténtica, una fe viva y una esperanza firme”, ha dicho el obispo Salvador.

 

Previamente el prelado se había referido a Bautista “el último profeta y lo primero que se dispone a anunciar Jesús: Juan es la Voz, Cristo es la Palabra” en palabras de san Agustín”. También ha elogiado la figura del Precursor “un Santo muy significativo para toda la Iglesia que siempre puso a Jesús en el centro.” De la Palabra de Dios proclamada ha destacado el mensaje “No tengas miedo” del Señor a Jeremías (Jer 1,8) y del ángel a Zacarias (Lc 1,13), y que “hoy nos habla a todos nosotros preguntándonos de qué tenemos miedo.” Nuestro pastor ha enumerado algunos miedos en los que podemos caer fácilmente y nos ha animado a “anunciar al Señor y decirnos cristianos, viviendo con austeridad y coherencia aquello que anunciamos”.

 

La celebración se enmarca en el 125 aniversario de la inauguración del nuevo templo parroquial. “Una alegría para todos los feligreses de hoy y un agradecimiento para todos quienes durante tantos años han dado continuidad en la comunidad cristiana, especialmente los padres, porque esta comunidad sea constante en el seguimiento de Jesucristo.” Mn. Jaume ha señalado que la situación actual ha impedido una celebración más vistosa, a pesar de que “las piedras y la historia no servirían de nada si no se celebrara la eucaristía, que es lo más importante.”

 

La iglesia parroquial de San Joan Baptista la inauguró el Obispo José Meseguer el 27 de octubre de 1895, dieciocho años después de colocarse la primera piedra el 1 de abril de 1877, y veintisiete años después de iniciarse la demolición de la iglesia románica de San Juan de la Plaza, el 1868. La parroquia de San Juan está documentada desde el año 1168 y emergió como la más importante de la ciudad.

 

Fuente: Web de la Parroquia del Carme y San Juan.