Las parroquias de la diócesis de Lleida han vuelto este fin de semana a la misa dominical después de dos meses de confinamiento y misas sin fieles.

 

Todas las parroquias de nuestro Obispado se han adaptado a las medidas que han establecido las autoridades sanitarias. Así, en la UPA Pilar-Magdalena se ha celebrado misa en la parroquia dei Pilar.

 

Un equipo de voluntarios han recibido a los feligreses a la entrada de la iglesia indicando los lugares previamente marcados donde podían sentarse, respetando así las distancias de prevención. En la parroquia de San Ignacio, también un grupo de voluntarios ha acogido a los asistentes y les ha ofrecido gel hidroalcohòlico para la limpieza de manos y mascarillas en caso de no llevarla. En la parroquia de Montserrat, unas cuarenta personas han asistido a la misa de doce celebrada por Manel Mercadé.

 

En las parroquias se ha vivido un ambiente emotivo y sereno.

 

A pesar de que las celebraciones han sido presenciales por primera vez en dos meses. Algunas parroquias no han dejado la apuesta por las nuevas tecnologías que han hecho durante el tiempo de confinamiento. Así, la UPA Pilar-Magdalena ha transmitido por primera vez la misa en directo, mediante la página en Facebook que tiene la Unidad Pastoral.

 

También se ha emitido la misa por esta red social desde la parroquia de Aitona y de Alguaire-Almenar y desde el Valle de Àger y Os de Balaguer.

 

Muchas parroquias han creado equipos de voluntarios, como es el caso de las parroquias del barrio de Cappont, que coordinan la entrada y salida de fieles. Además, muchas han adaptado su capacidad a las normativas sanitarias.