
|10-06-24| El jesuita leridano José Luis Olea Alarcón fue ordenado sacerdote el sábado 8 de junio junto con otros cuatro jesuitas. La ceremonia, presidida por el cardenal arzobispo de la diócesis madrileña, D. José Cobo, se celebró en la parroquia jesuita de San Francisco de Borja.
Le acompañaban, concelebrando, entre otros, el provincial de España, Enric Puiggròs SJ, el provincial de África Occidental, P. Ndomba Mathieu y numerosos jesuitas de distintas partes de la provincia y de fuera de ella. Un numeroso grupo de familiares y amigos acudieron también a presenciar y vivir la ceremonia.
Días antes de ser ordenado, José Luis Olea compartía sus reflexiones sobre el significado personal del sacerdocio y lo sintetizaba en la palabra fiesta, "porque vinculo mucho el sacerdocio a la parábola del padre bueno" y a la fiesta que celebra este cuando regresa el hijo pródigo.
Tras las lecturas y la llamada y presentación de los ordenandos el cardenal pronunció una homilía donde siguiendo el evangelio escuchado del Buen Pastor, les animó a reconocerse "en un solo rebaño" desde el que contemplar la vida a través de cuatro cercanías en las que les invitó a permanecer. La cercanía a Dios, al obispo, entre los presbíteros vinculados y la cercanía con el santo pueblo fiel de Dios, la más importante. Con el sacerdocio, les dijo a los ordenandos "os configuráis con Cristo sacerdote (...) es Él quien os ha elegido a vosotros porque es el mismo Jesús quien quiere entregarse a su pueblo por medio de vosotros". Les habló también de su pertenencia a la Compañía de Jesús que "hoy se enriquece con vuestra entrega", y en ella "encontráis una forma especial de fraternidad y Misión desde lugares distantes y con distintas tareas.
Tras la homilía continúo el rito de la ordenación en el que se sucedieron las letanías con los ordenandos tumbados como símbolo de postración ante Dios y la imposición de manos. Luego la vestidura de la estola al modo presbiteral y de la casulla por parte de los padrinos. El de Olea era Sergio Gadea. Continuó la unción de las manos con el Crisma, la entrega del pan y del vino y el abrazo de la paz entre los presbíteros. Concluida la ordenación los ya nuevos sacerdotes subieron al presbiterio para consagrar junto a sus compañeros.
En la acción de gracias final que pronunció José Luis Olea en español y francés, en nombre de los cinco, comenzó reconociendo que tras haber recibido ayer mismo la primera carta que envío a su familia desde el noviciado, cambió la acción de gracias que tenía preparada. Se descubrió a si mismo en ella, con diez años menos, y hablando en nombre de todos afirmó que ahora "somos un poco menos ingenuos, conocemos más a la Iglesia y a la Compañía de Jesús, en lo bueno y en lo malo y a nosotros mismos", pero "el deseo de seguir a Dios es igual o mayor que entonces y eso es gracias a vosotros", a todos los que les han acompañado en su camino hasta la ordenación. A ellos les pidió, en nombre de los cinco, "sed nuestra memoria, sed los que nos recordéis quiénes somos y a quién seguimos".
José Luis Olea celebrará su primera misa en Lleida el 29 de junio a las 19:30h. en la Parròquia Sant Ignasi de Loiola.