La Iglesia de Ibiza celebró el pasado 24 de noviembre una misa de acción de gracias y una procesión en honor del beato Salvi Huix i Miralpeix, que fue obispo de aquella diócesis durante siete años, antes de ejercer su labor episcopal en Lleida.

En la procesión que precedió la Misa, se portó la misma imagen del Santo Cristo de la capilla del Cementerio de la ciudad que el beato Salvi Huix cargó, en su día, sobre sus espaldas para entrarlo en la Catedral (según bien relata en los apuntes biográficos N.Tibau).

También se expuso a pública veneración la reliquia delante de su retrato.