El obispo Salvador presidió el pasado 25 de julio la misa que en honor a Santiago en la capilla del Peu del Romeu, que durante todo el día estuvo abierta y recibió la visita de cientos de personas que hicieron patente su devoción al apóstol de los Farolillos.

La capilla, ubicada en la calle Mayor de Lleida y sede de la Agrupación Ilerdenca de Pesebristas, guarda la memoria del paso del Apóstol por la ciudad de Lleida y es, según la tradición y la leyenda, el lugar donde Santiago se clavó una espina en el pie, habiendo recibido el auxilio divino de los ángeles que bajaron del Cielo para auxiliarle y alumbrarle de la oscura noche con farolillos. Se venera la popular imagen de Santiago de los Farolillos, que la víspera de su fiesta fue acompañada por cientos de niños en la tradicional Romería.

En su homilía el obispo Salvador Giménez se refirió a la antigua tradición que evoca los orígenes del cristianismo en la ciudad de Lleida y que hacen del apóstol Santiago sembrador de la buena Nueva del Evangelio de Jesús. En este sentido, el obispo evocó Santiago utilizando tres palabras: Apóstol, mártir y peregrino, aquel que camina llevando la Buena Nueva de Jesús; invitado a los fieles a imitarlo siendo apóstoles de la fe en Jesús.

Al finalizar la celebración los presentes, que llenaban la capilla, cantaron la popular y antigua canción de los Farolillos de Santiago. El Peu del Romeu estuvo abierto durante toda la jornada y muchos las leridanos veneraron al santo y depositaron más de 300 velas a los pies de su imagen siguiendo la tradición y manifestando su devoción.