El pueblo de Llardecans ha vivido un año más la fiesta de su Patrona, la Virgen de Loreto, presidida este año por el arzobispo Joan Enric Vives, Obispo de Urgell.

A las 12 del mediodía, con la capilla-santuario de la Patrona rebosante de vecinos del pueblo (encabezados por su alcalde), devotos de la Virgen de Loreto y de mucha gente venida de los pueblos de los alrededores, se ha iniciado la solemne Eucaristía concelebrada por diversos sacerdotes, antiguos rectores e hijos del pueblo.

El arzobispo Vives ha dedicado la homilía a esta advocación mariana y a su santuario en Italia, recordándonos de forma muy nítida que en Maria todos encontramos el hogar que nos acoge. Un hogar donde nos sentimos queridos y que nos da fuerza para avanzar.

Muy emotiva en su homilía fue la mención a la oración más antigua dirigida a la Virgen: “Sub tuum praesidium”. Uno de los papiros descubiertos en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinc contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino la plegaria que seguimos rezando hoy en día, la oración “Sub tuum praesidium”, que en castellano dice: “Bajo tu amparo nos acogemos,/ Santa Madre de Dios;/ escucha nuestras plegarias/ que te dirigimos en nuestras necesidades,/ apártanos de todo peligro,/¡Oh, Madre de Dios, gloriosa y bendita!.

Resulta impresionante rezar esta oración sabiendo que los cristianos la rezaban ya, cuando menos, en el año 250 dC, que es la fecha en la que, según Edgar Lobel, se encontró el papiro.

Nosotros no la hemos recibido de los arqueólogos, sino de la tradición de la Iglesia, a través del latín. Resulta agradable, no obstante, que la arqueología nos muestre una vez más que la tradición no es una cosa inventada, sino que verdaderamente nos transmite la herencia que los primeros cristianos recibieron de Cristo y de los Apóstoles.

En el momento del Ofertorio el pueblo de Llardecans ha hecho ofrenda de los frutos del trabajo y de la tierra: el aceite nuevo, de la cooperativa, almendras y aceitunas, pasteles típicos de Llardecans, como los “calaixets”, y flores.

La celebración ha terminado, como no podía ser de otra manera en un santuario mariano como éste, con el canto de los Gozos en alabanza de la Virgen de Loreto, mientras el arzobispo Vives, acompañado por los concelebrantes, ha subido hasta el camarín de la Patrona para venerar su imagen.

Después de la celebracón de la Eucaristía, el arzobispo Vives ha firmado en el libro de honor del Ayuntamiento de Llardecans.

Mn. Josep Maria Cebrià Sebastià

Rector de la Parroquia de Llardecans