Episcopat Lleida
Anys inicial-final del mandat com a bisbe de Lleida: 
1238-1247

De familia noble ribagorzana, fue abad del monasterio de la Real, en Palma de Mallorca, donde en una hornacina que existe en la puerta de entrada se puede leer:

—Si Benedictus non fuisset, Petrus adhuc mendicasset—  

Fue abad del monasterio de Santa Maria de Poblet. En esta elección participaron canónigos de Lleida y de Roda. Pero este cargo solamente lo ostentó hasta julio de 1238, año en que fue nombrado obispo de Lleida. Reorganizó la canónica de Roda, asistió al concilio ecuménico I de Lyón (1245), y muy probablemente al capítulo general cisterciense de 1245-46. 

Siendo obispo de Lleida mantuvo el estilo de vida monacal cisterciense con el vestido y la cogulla monacal. Continuó con los ayunos del Císter. En el palacio episcopal, cerca de la catedral, tenía una habitación, en la que no dejaba entrar a nadie, ni a sus familiares. Era para él solo y para nadie más, y dormía en una cama muy sencilla, como un monje del Císter. 

Un acuerdo que hubo entre los cabildos de Lleida y el de Roda, fue que, en la misa, en Lleida, se haría memoria de los canónigos difuntos de Roda, y en Roda, se haría lo mismo con los de Lleida. “Para que se manifieste la caridad  fraterna entre ellos”. Se compensaba, así, la fatigosa elección episcopal. Cada vez que un canónigo de Roda bajara a Lleida se le daría la porción  canónica cotidiana durante 3 días. Al morir el obispo de Lleida, el cabildo catedral de Lleida lo haría saber a sus hermanos de Roda. 

Celebró sínodo diocesano el año 1240. La temática más importante fue la actualización del “Septem sacramentorum...” de Pere d‘Albalat

También formó parte de la comisión de obispos reunidos en el convento de los Franciscanos leridanos, para tratar  el escabroso asunto del rey Jaime. De la penitencia y absolución del citado rey de Aragón, excomulgado por haber acusado, torturado y desterrado al obispo de Girona, Berenguer de Castellbisbal. Estaba acusado de haber revelado el secreto de confesión. 

Asistió a diversos concilios provinciales. También al concilio de Lyón, XIII ecuménico. Se trató del emperador Federico II, anatematizado solemnemente.  

Raimond de Císcar murió en Lyón en  1247. En su testamento dejó ordenado que sus restos mortales fueran trasladados a Poblet.

Mn. Ramiro Viola González