Entre los actos que se han llevado a cabo hay que destacar el retorno de la Virgen María de la Soledad a la Catedral por primera vez desde el 1936 el pasado 16 de marzo, cuando se escogió la marcha procesional que acompañará a la Virgen en las procesiones de Semana Santa. Lástima que este año, a causa de la lluvia, se tuvo que suspender la Procesión de Viernes Santo y los leridanos no pudieron escuchar la marcha a mano de la Banda Municipal de Lleida. También se ha celebrado el tradicional Quinario de las cinco llagas, donde se ruega ante el Cristo Yacente y la Soledad y todo el mundo ha podido contemplar los pasos en la iglesia de La Sang.

 

En este año Marià, dedicado a la Soledad de la Congregación de la Purísima Sang de Lleida, se han colgado a las balconadas de la iglesia de La Sang unas enormes fotografías antiguas de los años 30 donde se ve la Virgen María en su tabernáculo, que ante la prohibición de hacer procesiones por las calles, se hacía en el interior de la Catedral. Así ha sido este año de la Soledad según explica Mn. Melcior: "Emular el amor hecho belleza de aquellos cristianos de los años 30: Oración, Videomapping, un farolillo, poesías, estudio teológico de la Soledad de Maria, encuentro de todas las advocaciones de Maria en Lleida, reparaciones y elaboraciones de nuevos mantos, testigos de vida cristiana, música, arte floral, coronas en arte de papiroflexia, tabernáculo renovado... Todo para intentar recordar a quienes han querido participar, que el Amor es bondad, verdad, y belleza. No ha habido, sobre la faz de la tierra, amor más grande que se hayan profesado entre Hijo y Madre, que el Amor de Jesús y Maria. Amor fiel, obediente, verdadero, servicial, sacrificado, puro... todos los adjetivos que derivan del Amor, quedarían cortos para expresarlo".