Del 16 al 18 de mayo, todos los delegados de pastoral vocacional de España nos reunimos en Madrid, para seguir trabajando el lema de la Jornada de oración por las vocaciones, celebrada el 8 de mayo: «La propuesta vocacional: testigos que dejan huella». Así, durante estos días, analizamos la “huella vocacional” en los ámbitos de la familia, la pastoral juvenil, la parroquia y la escuela. Por parte de Cataluña participamos presencialmente, el delegado de pastoral vocacional del Arzobispado de la Seu d'Urgell, y los delegados de pastoral vocacional de los obispados de Tortosa, San Feliu y Lleida. El resto de delegados se unieron telemáticamente al encuentro.

El presidente de la Subcomisión Episcopal para el Clero y Seminarios: Mons. Jesús Vidal, obispo joven y muy cercano, abrió las sesiones de trabajo y nos acompaña en todas ellas. La primera ponencia, titulada «El cuidado de las vocaciones en la familia», estuvo a cargo del director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, Miguel Garrigós, presbítero del arzobispado de Toledo.

El martes 17 asistiremos a tres ponencias en las que se habló de la pastoral juvenil en clave vocacional, de la propuesta vocacional en las comunidades parroquiales, y del papel de la escuela en el despertar de las vocaciones. Fueron ponentes, respectivamente, el director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para la Juventud e Infancia: Raúl Tinajero; el director episcopal de Infancia y Juventud de Madrid: Luis Melchor Sánchez; y el responsable de la Pastoral Vocacional en la conferencia española de religiosos (CONFER), el claretiano P. Luis Manuel Suárez.

El trabajo de ese día se completó con una sesión de trabajo por grupos en torno al interrogante de «¿cómo hacer para que nuestra pastoral vocacional llegue a sus destinatarios?». Fue el momento en el que el intercambio y la implicación de los diferentes delegados fueron más intensos y enriquecedores.

El miércoles 18 cerramos el encuentro con una interesantísima mesa redonda de cuatro testigos: dos religiosas y dos presbíteros, de diferentes edades y procedencias, que nos compartieron un sobrecogedor y estimulante testimonio de cómo la escuela, la familia y la parroquia habían hecho nacer en ellos la vocación.

En definitiva, unos días de gran esperanza en los que, aparte de compartir iniciativas, inspiraciones y recursos, renovamos nuestro compromiso hacia la promoción vocacional. Nuestra voluntad de permanecer siempre dispuestas y disponibles para ofrecer diálogo a todas y todos aquellos hombres y mujeres que quieren discernir la voz del Señor. Unos días de luz que han reavivado en todos nosotros, la certeza inextricable de que no existe una existencia más maravillosa que aquella que Dios ha soñado, ha sembrado, suscita, sostendrá y glorificará en cada una y cada uno de nosotros.

 

Mn. Joaquín BLAS PASTOR

Delegado de pastoral vocacional