|28-02-24 |“El coraje de los mártires, el testigo de los mártires, es una bendición para todo el mundo.” Lo dice la nueva edición del Video del Papa, donde Francisco pide plegarias por los nuevos mártires de este tiempo, para que “contagien en la Iglesia su valor e impulso misionero”. En el videomensaje del mes de marzo, el Papa recuerda el testigo y dolor de un esposo que conoció en la isla griega de Lesbos: “Vieron mi mujer con la cruz y le dijeron que la tirara en el suelo. Ella no lo hizo y la degollaron ante mí.”

 
La historia de esta mujer, que dejó “un ejemplo de amor” por Cristo y de fidelidad “hasta la muerte”, se reconstruye en el Video del Papa que alterna también imágenes de comunidades cristianas en peligro. Además, se recogen ejemplos de valor como el del primer sirviente de Dios del Pakistán, Akash Bashir, que murió a los 20 años el 2015 al evitar un atentado terrorista contra una iglesia llena de fieles en Lahore.
 
Hay muchos mártires escondidos que salen adelante una vida ordinaria con coherencia y con el valor de aceptar la gracia de ser testigos hasta el final, hasta la muerte.
 
Según el director internacional de la Red Mundial de Plegaria del Papa, Frédéric Fornos, s.j., “la intención de plegaria del Papa nos interpela: ¿Cómo damos testigo de Cristo allá donde somos? No todos somos llamados a arriesgar la vida para ser fieles a Jesucristo, pero me puedo preguntar: ante situaciones que van en contra de la ética cristiana, del Evangelio, al trabajo, en mis actividades, mi círculo social o mi familia, tomo posición para seguir el camino de Cristo a pesar de las dificultades y los retos, ¿o lo esquivo?”

 

Papa Francisco – MARZO 2024

 

Este mes quiero contarles una historia que es un reflejo de la Iglesia de hoy. Es la historia de un testimonio de fe poco conocido.

 

Visitando un campo de refugiados en Lesbos un hombre me dijo: “Padre, yo soy musulmán. Mi mujer era cristiana. Llegaron los terroristas a nuestro país, nos miraron y nos preguntaron nuestra religión. Vieron a mi mujer con el crucifijo y le dijeron que lo tirara al suelo. Ella no lo hizo y la degollaron delante de mí”. Histórico.

 

Sé que él no tenía rencor. Se centraba en el ejemplo de amor de su mujer, un amor a Cristo que la llevó a aceptar y ser leal hasta la muerte.

 

Hermanos, hermanas, siempre habrá mártires entre nosotros. Es la señal de que vamos por el camino correcto.

 

Una persona que sabe me decía que hay más mártires hoy que al inicio del cristianismo.

 

El coraje de los mártires, el testimonio de los mártires, es una bendición para todos.

 

Oremos para que quienes, en diversas partes del mundo, arriesgan su vida por el Evangelio, contagien a la Iglesia su valentía, su impulso misionero. Y abiertos a la gracia del martirio.