
[09-09-25] Ayer se puso en marcha el curso escolar 2025-2026 en Cataluña y la Fundació Escola Cristiana de Catalunya (FECC), que agrupa los centros concertados de la Iglesia, ha abierto puertas con 245.032 alumnos repartidos en 378 centros en todo el país. El curso comienza marcado por el descenso general del número de alumnos debido a la caída de la natalidad y por la obligación de suprimir las pantallas en las aulas.
Según la FECC, casi un 27% del alumnado tiene necesidades educativas específicas, lo que el curso pasado representó cerca de 83.000 alumnos vulnerables. La entidad alerta de que los centros concertados todavía no han recibido todas las ayudas para el alumnado vulnerable correspondientes al curso pasado. La Sindicatura de Greuges advierte que el coste real anual por alumno con necesidades socioeconómicas es de 1.700 euros, mientras que los centros solo recibieron 780, lo que supone un déficit de 933 € por alumno.
Otro frente abierto es la falta de docentes. Según la FECC, las escuelas cristianas comienzan el curso con 23.057, y harían falta unos 3.300 más para poder equipararse al sector público y atender adecuadamente la diversidad del alumnado.
Además, este curso arranca con diversas iniciativas pedagógicas bajo el paraguas de los Grupos de Expertos en ámbitos como el uso responsable de la inteligencia artificial; la mejora de competencias en matemáticas y comprensión lectora, o en Identidad y Misión, entre otros.