Más de un millar de personas se congregaron ayer en la Catedral de Tortosa para participar en la ceremonia de toma de posesión del nuevo obispo de la diócesis, Sergi Gordo, y darle la bienvenida a la ciudad. El nuevo máximo responsable de la diócesis, de 56 años, pidió en su primera homilía que los fielse rezaran por los afectados por las inundaciones de la semana pasada en Alcanar. Gordo ha desarrollado su carrera eclesiástica en la archidiócesis de Barcelona y pasa a ocupar la vacante que dejó en octubre monseñor Enric Benavent, ahora arzobispo de Valencia.

El obispo Salvador también participó, com el resto de prelados de las diócesis con sede en Catalunya, en la ceremonia.