Nació en Argúcies, Girona. Ingresó mercedario, ya adelantado en la carrera eclesiástica, que concluyó, pero no pudo ordenarse por una enfermedad en los ojos. Pasó su vida entre Lleida y San Ramón, ejerciendo de profesor excelentísimo. Fue un niño grande candoroso, sencillo; pero lo sabía todo, el latín, el griego, el francés...; enseñó gramática, retórica, aritmética, métrica y composición latina. En julio de 1936, salido de San Ramón, anduvo vagando por los montes, mendigando de masía en masía, hasta ser arrojado por un precipicio de veinte metros; lo hallaron comido por los perros.

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