Del 12 al 14 de diciembre las Hermanitas de los Pobres prepararon una “paradeta” de venta de artículos elaborados por los usuarios de las residencia de ancianos de Lleida que, desafiando el frío y la niebla, se instaló en la plaza de San Juan.

Al margen de otras propuestas de ocio, las Hermanitas buscaban lograr un doble objetivo misionero. En primer lugar, los objetos puestos a la venta estaban hechos por los mismos ancianos de la residencia: artículos de regalo elaborados con materiales reciclados, labores y otras piezas. La realización de estos objetos en los talleres de manualidades tiene ocupados a los ancianos, les ayuda a ser creativos y a desarrollar sus habilidades manuales.

En segundo luger, el dinero recogido con las ventas serán invertidos en las diferentes casas de acogida para gente mayor que las Hermanitas gestionan por todo el mundo.

Su presencia en la calle tenía también una finalidad sensibilizadora. Las Hermanitas ponen de relieve que en otras partes del mundo los ancianos no tienen ninguna cobertura social. Por ello, a menudo, están desvalidos, excluídos de la sociedad.

Las Hermanitas de los Pobres, mediante las comunidades que tienen en todo el mundo, ofrecen la acogida que se merecen aquellos ancianos. A pesar de todo, no hay suficiente con la buena voluntad y el bien saber hacer. Para eso necesitan recursos económicos. Lo recogido con la venta de los mencionados productos puede ser un grano de arena para paliar tantas necesidades. Pero no es suficiente. Por eso toda colaboración con su pbra será muy bien recibida.

Desde la Delegación de Misiones queremos agradecer la labor que hacen las Hermanitas, el personal que trabaja allí y los voluntarios para facilitar una vida digna a nuestros ancianos. En Lleida y en cualquier parte del mundo.