Costumbres y tradiciones:

 

Sant Antoni ha sido un santo muy popular, y en Catalunya ha tenido, sobre todo en años pasados, un culto muy arraigado.

No hay duda que la popularidad más grande le viene a san Antonio por el hecho de haber sido proclamado protector de los animales, y si tenemos en cuenta que antes todo el trabajo era hecha con animales, además de las ferias que aquí en Vilaller tenían lugar, no nos tiene que extrañar que este santo tuviera aquí una especial devoción.

En Vilaller la cosa ya empezaba la vigilia, el día 16 de enero, cuando toda la juventud iba hasta la capilla que el santo tiene dedicada, a un kilómetro de la población y allí encendían una gran hoguera

 

San Sebastián

 

Cuentan que san Sebastián fue votado por la población a raíz de la peste del cólera, que azotó estas tierras, Vilaller incluido, y la población acudió al santo, pidiendo su intercesión para la curación de tan fuerte estrago, y prometió que si se curaban los enfermos el pueblo haría fiesta a perpetuidad. Dice la tradición que los enfermos se curaron, y el pueblo, reconocido y agradecido, hizo solemne procesión y promesa festiva, cosa que se ha ido conservando en la tradición de nuestros antepasados.

 

La Cuaresma y la despierta

 

Una vez pasada la fiebre del carnaval se entraba en una temporada de seriedad, era la Cuaresma. Durante el tiempo de la Cuaresma cada día, entre dos luces, se hacía la despierta por las calles, y la gente se quitaba e iba al rosario. Al salir del mismo iban al horno a ver si las mujeres habían hecho coca, y si había, todo el mundo comía.

 

Sacar cuaresma

 

El Sábado de Pascua se hacía el «sacar Cuaresma», y era que el cura pasaba por todas las casas del pueblo para bendecirlas, puesto que el día siguiente era día grande, día de Pascua. La gente de las casas daba un huevo y una rosteta al cura, en agradecimiento a la bendición. Este acto era conocido, como ya hemos mencionado con el nombre de «sacar Cuaresma».

 

Sant Climent

 

Sant Climent, que es el día 23 de noviembre, era el día de celebrar, en Vilaller, su «fiesta pequeña».

Dice el refrán:

 

«Sant Climent,

porta l'hivern».

 

Quizás era por este adagio que, este día, era mirado con mucha cura por los pastores, y así, si este día hacía viento, era señal que podían dejar cuarenta ovejas más a casa, aquí a montaña, puesto que significaba que haría un invierno aceptable, sin demasiado rigor de frío.

 

Navidad

 

Los corderos nacidos en este día tenían un privilegio de trato, por parte de los pastores, diferente al resto de la manada. Este es un hecho real que se daba en Vilaller. Dentro del tipismo de esta fiesta, que por todas partes ha estado siempre muy celebrada con las tradiciones propias y la unidad de la familia, aquí era tradición años atrás de llevar un cordero a la misa del gallo. Costumbre arraigada entre los pastores, y que pasada la función religiosa, era devuelto a la manada, y como que se consideraba bendecido por el Niño Jesús, se lo rodeaba de atenciones y halagos. No se mataba nunca, aquel cordero, puesto que era considerado como portador de bienaventuranza para la manada y el pastor.