|29-05-25| Mn. Daniel Palau (Barcelona, 1972) fue designado obispo de Lleida el pasado 21 de mayo. En unas semanas, el 19 de julio, será ordenado a la Catedral de Lleida y tomará posesión de la nueva responsabilidad. Vive estos días con una mezcla de inquietud e ilusión, y también con tristeza de dejar atrás sus parroquias de Corbera y sus responsabilidades académicas. Lo explica en una entrevista a nuestro Obispado.

 
Ahora que ya ha pasado un tiempo desde que se hizo público su nombramiento como obispo de la diócesis de Lleida, como se siente?
Me siento con ganas de empezar. Quiero aterrizar en el territorio, conocer a los feligreses, la gente y la realidad de Lleida. Me la quiero amar y espero que acercándome a la gente sea un buen inicio. Eso sí, sin perder el rumbo. Jesús se manifiesta misteriosamente en la vida de cada uno y descubrirlo pide tiempo. No quiero nada más que la felicidad de mi gente.
 
Qué le ha dicho su familia y la gente de su entorno?
Los padres están al cielo. Tengo un hermano casado que vive en los EE. UU. con su familia. Él se quedó sorprendido, tenía muchas ganas de estar a mi lado y lloramos porque nos recordamos de los padres. Evidentemente el 19 de julio estarán en Lleida a la ordenación. También tengo familiares por parte de padre en Vimbodí que están muy contentos y otros por parte de madre en Barcelona que también lo están, pero a la vez hay un sentimiento de distanciación y pérdida porque me voy en relación a lo que ya conocían y tenían por habitual. De hecho, esto es lo que ha pasado con mis parroquias de Corbera. Hay cierto “luto”, pero generalmente están agradecidos por los 12 años que he estado. Además, todo el mundo quiere venir a la ordenación y mínimo ya hay tres autocares llenos. También he recibido felicitaciones de amigos y conocidos de España, Italia, Alemania, Argentina, Perú, Guatemala y otros países.
 
Nos explicó que no conocía gran cosa de Lleida. Ha tenido tiempo de empezar a ponerse al día?
Quiero conocer bien la historia de la ciudad y de todo el obispado, así como las comunidades religiosas y la cultura. Querré Lleida, no lo dudo. Me gustará poder ir, con discreción, a ver los equipos deportivos locales y todas las actividades culturales que se propongan.
 
Qué tiene que hacer ahora antes de ser Obispo?
Es un cambio fuerte. Tengo que dejar el Decanato de la Facultad de Teología. Cuando haya un nuevo rector por las parroquias de Corbera, dejar muy cerrado el traspaso y, por otro lado, me sabe mal tener que dejar una entidad cultural de música que creé con unos amigos, ‘Sons de Corbera’. Entonces, tengo que instalarme en Lleida y, como he dicho, conocer la gente. Estoy seguro que Nuestro Señor no se esconde y lo continuaremos encontrando y descubriendo.
 
Cómo espera el día de la ordenación episcopal el 19 de julio?
Es una sensación de mucha responsabilidad. Quiero hacerlo bien. Iré de retiro a Poblet, que es donde creció mi vocación, para estar en silencio y rezar. De momento no me la imagino. Quizás me da más respeto porque hay más expectativa por el deseo de hacerlo bien y de no decepcionar. Me costará reconocerme como obispo. Al principio será un poco difícil todo ello, la novedad lleva esto. Cómo he dicho, siempre me ha gustado estar cerca de la gente y quiero continuar así: compartir la fe y la vida. No tengo ningún otro proyecto que vivir el Evangelio junto a la gente. Además, también hay personas que viven el Evangelio sin saberlo demasiado y se les tiene que acompañar y hacerles ver que no están tan lejos de Dios. Cada persona es un misterio.
 
Llega en un momento en que a la diócesis de Lleida hay unos 80 sacerdotes y la mitad tienen más de 70 años. Cómo podemos afrontar la falta de vocaciones?
De vocaciones en la vida cristiana existen, pero la cultura de la entrega y del servicio está perjudicada porque vivimos tiempos marcados por el egoísmo. Se trata de redescubrir y poner en valor lo que la gente mayor ha hecho por nosotros. Es importante acercarnos a las escuelas y a las parroquias y alguien, seguro, que volverá a planteárselo.
 
Cuáles son sus aficiones?
Ir en bicicleta. He practicado varios deportes, pero el de bici de carretera es el que más se ha quedado, a pesar de que el de montaña también. Me gusta la música, como el piano y el violín; leer, pasear y charlar. Si me recomiendan una serie de televisión, la miro. Ahora estoy viendo The Chosen, pero los libros van antes. En cuanto a las redes sociales, no tengo. Nunca me ha llamado la atención, pero me lo puedo pensar. Me gusta más hablar con la gente frente a frente.