[13-05-25] VILLA BORGUESE (V)

 

“HABEMUS PAPAM”: LEÓN XIV

Amigos y amigas peregrinos, ya tenemos Papa. Demos gracias a Dios. Este es el primer artículo del Jubileo 2025 que publicamos en nuestro Obispado de Lleida con el nuevo rostro de León XIV. Recemos por él y pidamos al Espíritu Santo que lo inspire y lo ilumine en todas y cada una de sus decisiones.

 

 

LA SENSUAL MARIE-PAULINE BONAPARTE, LA VENUS VICTRIX DEL SIGLO XIX, ATRAPADA PARA SIEMPRE EN UN SUBLIME Y EVANESCENTE MÁRMOL CINCELADO POR ANTONIO CANOVA

Queridos peregrinos, ya con el nuevo Papa León XIV, esta semana terminamos con la Villa Borghese, y lo hago con una obra maestra. Pagana, es cierto, pero maestra. Y descubriremos que la maestría del escultor Canova puede más que el paganismo sensual del tema representado.

 

 

ANTONIO CANOVA (1757-1822) HEREDERO DEL GRIEGO FIDIAS (S. V a.C.) Y GRAN SUCESOR DE BERNINI

Nacido en Venecia, pronto se enamoró de Grecia y Roma, y enseguida hizo suyas las teorías artísticas neoclásicas de "noble simplicidad" y "serena grandeza" proclamadas por el gran historiador del arte alemán Winckelmann (s. XVIII). Antonio Canova trabajó siempre para los más grandes: papas, soberanos, emperadores y príncipes de todo el mundo. Logró modelar el mármol con una plasticidad infinita, con una ligereza exquisita. Divinizaba sus figuras. En Roma consiguió sus obras más bellas: “Eros y Psique”, “Las tres Gracias”, nuestra “Venus Victrix” y muchas más. Fue, de verdad, el más digno sucesor de Bernini.

 

 

EL TRIUNFO DE LA BELLEZA

Al fin y al cabo, y como decíamos al inicio de este escrito, siempre gana la Belleza, porque esta, aunque represente un tema, digamos, algo mundano, es un reflejo de la Belleza que viene de Dios. Pues bien, con esta premisa vamos a disfrutar de la bellísima Venus Victrix (Venus Victoriosa), obra en un mármol de Carrara impoluto que realizó en 1805 el ya citado Antonio Canova (1757-1822). En realidad, es un formidable retrato de Paolina Bonaparte (o Marie-Pauline Bonaparte), hermana de Napoleón Bonaparte, casada en segundas nupcias, en 1803, con Camilo Borghese, Príncipe de Sulmona y de Rossano, y también, a partir de 1804, Príncipe del Imperio Francés.

 

 

UNA ESCULTURA DE CONTORNOS SINUOSOS

En esta refinada, dúctil y transparente obra, Paolina se atrevió a posar completamente desnuda y, ciertamente, esto sacudió los principios morales recatados de la sociedad romana y europea de aquella época. ¡Qué atrevimiento! Paolina aparece recostada en un diván elegante o “chaise longue” (silla larga en forma de L) de innegable sabor neoclásico. En la mano izquierda sostiene una dúctil y tentadora manzana que evoca la acalorada disputa que hubo entre las tres diosas más bellas de la Antigüedad griega (Hera, la Juno latina; Palas Atenea, la Minerva latina; y Afrodita, la Venus latina o romana). Al final, actuando como juez imparcial el bellísimo príncipe troyano, Paris (el famoso “Juicio de Paris”), se dictaminó que la más bella de las tres diosas era Afrodita (la Venus romana), con quien sin duda pretendió identificarse Paolina Bonaparte.

 

 

PAOLINA, LA MÁS BELLA DEL MUNDO

Sí, la vanidosa Paolina pretendía ser, en su tiempo, la mujer más bella y atractiva del mundo. Por eso, Canova, uno de los mejores escultores de aquella época, se esmeró tanto como pudo para satisfacer las pretensiones de Paolina.

 

 

UNA ESCULTURA EXCEPCIONAL

En realidad, todos los detalles de esta sorprendente y seductora obra son únicos: los suaves y vaporosos pliegues de la sábana, la tenue flexión del torso, los femeninos dedos de los pies y de sus manos estilizadas o, por ejemplo, las sutiles marcas algodonosas que observamos en el colchón producidas por el peso medido de esta excepcional modelo. Es, sin duda, una de las obras maestras de la escultura mundial neoclásica. Sin embargo, en agosto de 2020, un turista austríaco se tumbó de forma indebida junto a Paolina, rompiéndole dos dedos de su suave pie derecho; fue una auténtico acto vandálico. Afortunadamente, la obra se expone de nuevo impecable tras su cuidada restauración.

 

 

UNA PAOLINA NOVELADA

Permitidme que os diga, finalmente, que esta Paolina inspiró una famosa novela del catalán Terenci Moix (1942-2003) titulada Venus Bonaparte (1994). Aquí, a través de la brillante prosa de Moix, se percibe cómo pudo ser, de verdad, la abrumadora y atrayente personalidad de Paolina Bonaparte.

 

 

Ximo Company. Delegación de Patrimonio Artístico

 

Foto: Antonio Canova, Venus Victrix (Venus Victoriosa; Marie-Pauline Bonaparte), detalle, mármol, 1805, Villa Borghese, Roma.